domingo, 7 de octubre de 2012

Alberto Bañuelos

Escultura

EL PERFIL AZTECA DE ALBERTO BAÑUELOS


Lleva treinta años trabajando, pero es ahora cuando Alberto Bañuelos Fournier (Burgos, 1949) está encontrando el reconocimiento a toda su carrera. Después de que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) le dedicara una retrospectiva en 2009, de que su obra se exhibiera en la Exposición Universal de Shanghai y de ser distinguido con el Premio Castilla y León de las Artes 2011, al escultor burgalés le ha llegado el que por ahora es el proyecto más importante de su trayectoria: ser el primer artista europeo en exponer en el Museo Nacional de Antropología e Historia de México (MNA), el mismo centro que reúne los tesoros de las culturas anteriores a la Conquista.

Precisamente la semejanza de su obra con el arte azteca es lo que ha cautivado a los responsables del museo mexicano. Lo que a la directora del centro, Diana Magaloni Kerpel, le interesó es el paralelismo que existe entre las esculturas deconstruidas del burgalés y las cabezas olmecas o los restos arqueológicos pertenecientes a los monumentos aztecas. Las piedras del escultor, que rompe, pule y vuelve a componer para darles una nueva mirada, hablan del ideal de la perfección, de las líneas depuradas y de la sencillez de lo complejo. El resultado en muchos casos simula enormes cabezas como las que creaban en la cultura prehistórica. «No es algo voluntario -comenta el artista antes de partir para México-. Lo consigo al tratar de sintetizar la obra, que de alguna manera es muy semiótica».

La exposición se compone de 130 piezas y llevará por título ‘La liturgia de las piedras’. Las obras más grandes –algunas alcanzan el metro y medio de altura y pesan 3.000 kilos- corresponden a la serie ‘Guerreros caídos’, una serie de esculturas que van acompañadas de dibujos, también de enormes dimensiones, realizados en técnica mixta: «No me refiero a los guerreros de la Antigüedad, sino a todos nosotros que como luchadores caemos en el día a día de nuestra vida», añade Bañuelos mientras reconoce que son piezas completamente actuales, creadas sin mirar al pasado.  

También forma parte de ‘La liturgia de las piedras’ una instalación de 10 esculturas de alabastro pensadas para que suban por la pared y recuerden a la serpiente emplumada de los pueblos de Mesoamérica. Además, el Museo Antropológico colocará junto a las obras de Bañuelos piezas mexicanas antiguas entablando un diálogo entre artistas, culturas y épocas.
«Dos culturas tan lejanas y diferentes encuentran en un momento dado un lenguaje que les une, y se tocan, dando la vuelta al círculo, lo que nos hace volver a coincidir», explica el escultor, para quien esta invitación supone un reto «emocionante» lleno de responsabilidad. «Nunca me lo podría haber imaginado. Además es un museo que me encanta. Por fuera es de hormigón moderno, pero con lo que se me encoge la tripa es al pensar lo que hay dentro: tanta historia, vida y sufrimiento en las piedras...».


INMACULADA LÓPEZ DE LA HERA









‘La liturgia de las piedras’ Esculturas de Alberto Bañuelos
Museo Nacional de Antropología e Historia de México (MNA)
Del 18 de octubre de 2012 a febrero de 2013

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