miércoles, 12 de diciembre de 2012


JOSÉ BELMONTE, ENTRE LA TIERRA Y EL CIELO

            Que en la pintura paisajista la luz es algo fundamental, está fuera de toda duda. Es la luz uno de los elementos que dan vida a ese tipo de obras y de la maestría de su manejo depende en gran parte el resultado final.

            José Belmonte, que junto a su hermano Joaquín ha mostrado a lo largo de noviembre y parte de diciembre una exposición en la palentina sala de Caja Duero, no es un pintor que se prodigue mucho. De hecho esta es su segunda muestra en los últimos quince años, pero desde mi punto de vista la espera ha merecido la pena y por eso me voy a centrar en él.
Alcoholera I
            Casi son obligadas las comparaciones, sobre todo cuando la muestra pertenece a dos personas distintas y en la pintura de ambos –más en la de Joaquín- podemos detectar ciertas similitudes del hacer pictórico de artistas como Martínez Novillo. Ahí están quizás, o esa es la impresión que da al espectador, las similitudes de parte de la obra de José y la de su hermano Joaquín, pintor  reconocible y reconocido en nuestra ciudad, pero a partir de ahí empiezan las diferencias, notables diferencias diría yo –tanto de planteamiento como de resultados- en la obra de estos dos hermanos y es en ello en lo que me quiero detener, en la frescura que en general refleja, en los atrevidos encuadres que consigue cuando eleva la línea del horizonte y hace que el contorno de los edificios se pierda por el ángulo superior del cuadro, de manera que, aunque importantes, esos edificios, en este caso fundamentalmente fábricas de cerámica, alcoholeras o arquetas de riego, ceden su importancia a lo que realmente es la causa y consecuencia de su existencia y su por qué, cuál es la tierra y su producto, la arcilla terracampina o cerrateña  y sus frutos, el agua que discurre encauzada y apabulla al espectador. O el tan repetido “mar de campos” que, en alguno de sus cuadros y pongo por ejemplo el titulado “Al fondo del páramo”, no es metafórico sino literal y fuera de lo común y lo manido, cubierto por un cielo plomizo del que surgen, como rompimientos de gloria, huecos por los que penetra una luz dorada que ilumina el paisaje con una maestría poco común en un artista nada  pródigo en obra, característica de la que es buena muestra “Carretera de Aranda I”, donde el horizonte se desplaza hacia abajo para que ese cielo y esa luz adquieran mayor protagonismo, porque es precisamente en esa carretera, en la parte palentina de ese páramo, donde se dice que el cielo está más cerca de la tierra.
Carretera de Aranda I

            En resumen, es José Belmonte un pintor a seguir y al que hay que animar para que su obra, pausada y reflexiva, comience a prodigarse un poco más y a recorrer los circuitos, cada vez más mermados, del arte pictórico, para bien de los amantes de un paisaje castellano que en sus manos deja de ser recurrente y más de lo mismo para convertirse en algo singular y muy a tener en cuenta.

JULIÁN ALONSO

Tejera I

Al fondo del páramo
Arqueta de riego


lunes, 5 de noviembre de 2012

EXPOSICIÓN "CRÍTICOS Y ARTISTAS"

Os informamos de la exposición que tendrá lugar el 7 de noviembre, a las 19,30, en el Centro Cultural
Galileo, calle Galileo,39, de Madrid

Esta Exposición la organiza la Asociación Española de Crítico de Arte (AECA) y  ESTÁ formada por obras de algunos de sus socios, en la doble faceta de críticos y artistas.

CONFERENCIA DE LOURDES CERRILLO

El próximo jueves día 8 de noviembre, la compañera de ACYLCA, Lourdes Cerrillo, dará en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid una conferencia titulada "Coco Chanel y sus amigos: Misia y Josep M. Sert"
Adjuntamos la invitación y, si estáis por Valladolid, os recomendamos mucho vuestra asistencia.

lunes, 29 de octubre de 2012

ÁLVARO MARTÍNEZ

UN PAÍS SUSPENDIDO  

Fotografía y vídeo




En un examen sobre actualidad, a un país que tiene cinco millones de parados no se le puede aprobar. La crisis está haciendo mella en todas las profesiones, lo que deja en el aire el futuro de millones de trabajadores. Álvaro Martínez Alonso (Burgos, 1983) denuncia esta desoladora realidad a través de fotografías y vídeos. Dramas personales y conflictos sociales narrados de una forma bella y delicada a través de figuras humanas, con nombres y apellidos, suspendidas en el aire. Un futuro «paralizado» para quienes no hay salidas laborales ni aquí ni fuera.

Álvaro Martínez expone sus proyectos En suspensión y Parados por el mundo en el Domus Artium (DA2) de Salamanca. La muestra incluye nueve fotografías y dos vídeos estrechamente relacionados. Las imágenes corresponden a la serie En suspensión que inició hace dos años: «Por entonces la crisis afectaba sobre todo a la industria y la construcción. Sin embargo ya hace meses que se ha extendido a cualquier sector profesional. En las fotografías que expongo en el DA2 he tratado de incluir los nuevos sectores profesionales afectados: trabajadores de la educación, sanidad, comercio, construcción, funcionarios, industria, ciencia o investigación y autónomos. Las dimensiones de la crisis han aumentado y por eso el proyecto ha evolucionado, casi por inercia, podría decirse», explica el artista.

A las fotografías (de 60x90 cm y de 150x100 cm) se suman dos vídeos del nuevo proyecto que tiene entre manos: Parados por el mundo, donde ofrece otra consecuencia de la crisis. Ironizando sobre el programa de TVE Españoles por el mundo -en el que «solo muestran a ‘triunfadores’»-, Álvaro Martínez presenta a paisanos que han emigrado al centro y norte de Europa en busca de una nueva vida y de mejores oportunidades laborales. Aquí la visión del artista es en cierto modo más pesimista, ya que «Europa no es la panacea a todos nuestros problemas».


En los vídeos grabados en Berlín, Copenhague, Praga, Oslo y Varsovia aparecen Mario, Pilar, María, Ana y Carlos «paralizados» mientras todo a su alrededor está en movimiento. En medio del bullicio de una parada de metro, una estación de tren o una céntrica calle, los personajes «aparecen así porque son parados españoles reales en un contexto donde todo parece funcionar, países muy desarrollados o que están creciendo económicamente», resume el autor. El proyecto no ha acabado y en los próximos meses grabará en otras ciudades del norte de Europa.

INMACULADA LÓPEZ DE LA HERA













Los vídeos Parados por el mundo se pueden visualizar en los sigiuentes enlaces:

Mario, en Praga: https://vimeo.com/48971166
María, en Berlin: https://vimeo.com/49009387
Ana, en Copenhague: https://vimeo.com/49269753
Carlos, en Varsovia: https://vimeo.com/49148482

Álvaro Martínez Alonso es Licenciado en BBAA por la UPV de Valencia; además estudió arte en la Universidad del País Vasco y en Burg Giebichenstein Kunsthochschule de Halle (Alemania). Ha recibido el premio Injuve Artes Visuales en 2011, el Valencia Crea 2011; el 2º Premio del XII Certamen de Jóvenes creadores de Salamanca, y ha sido seleccionado en la II Convocatoria Bienal para videoartistas españoles de la Galería 100 Kubik de Colonia, entre otros. Recientemente expuso en GlogauAIR Artist in Residence Program en Berlín, en el Instituto Cervantes de Berlín y Hamburgo, en la Galería José Robles de Madrid, en la Galería 100 Kubik de Colonia, el Museo Patio Herreriano de Valladolid, Centro Cultural Parque de España de Rosario en Argentina, Tabacalera en Madrid; Bilbaoarte en Bilbao o C.A.R Contemporary Art Ruhr de Essen en Alemania.




Un país suspendido puede verse en el Domus Artium hasta el 23 de enero (de martes a viernes de 12 a 14 y de 17 a 20 h. Sábados, domingos y festivos de 12 a 15 y de 17 a 21 h.).

jueves, 25 de octubre de 2012

JAVIER ARRIBAS - Por Julián Alonso

            Tuve mi primer contacto con Javier Arribas, como consecuencia de la inclusión de una de sus pinturas en el libro “Soria. Resiliencias” y debo confesar que fue para mí el descubrimiento gratificante de un artista que ya entonces me pareció digno de tener muy en cuenta, opinión que con el tiempo se ha reforzado, conforme he ido teniendo acceso a una obra variada, honesta, imaginativa, versátil y no pocas veces arriesgada en sus planteamientos.

Y hablando de versatilidad, fue precisamente en una plaza de la ciudad de Soria, de la que es oriundo, donde encontré de buena mañana una instalación y, ya de lejos, intuí que allí estaba su mano y apresuré el paso hasta colocarme frente a una especie de laberinto, obra de arte colectiva y paseable con vocación fronteriza, que podría ser a un tiempo escultura, instalación, pintura, poesía visual… y no pude por menos que dedicarme a hacerle fotografías desde todos los ángulos posibles, sorprendido gratamente  por una mezcla de porte escultórico, casi constructivista, muy adecuada al lugar.

Pero ¿cuál es la característica fundamental de la obra de Javier Arribas? Difícil es definirlo, porque si variadas son sus propuestas –también es fotógrafo, aparte de operador, escultor, grabador y pintor-, no menos diversos son sus planteamientos e indagaciones, abarcando un abanico que va de la figuración más o menos explícita, concreta a veces, difusa otras, expresionista algunas o denotando movimiento, a la abstracción más decidida y de lo plano a lo textural, lo que no resta continuidad a su trabajo de explorador ni le priva de un estilo propio y reconocible, en el que domina con cierta asiduidad, sobre todo cuando de su pintura abstracta o de su grabado se trata, el uso de colores luminosos de variada tonalidad –azules, naranjas, verdes, amarillos, o el contraste, ciertamente muy bien elegido.

Soria, la ciudad donde Arribas desarrolla su labor, es pese o gracias a su posición periférica, un núcleo de muchos y buenos artistas contemporáneos y prueba de ello fue el prestigioso grupo SAAS, tan activo en las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo, pero nadie piense que el ambiente creativo soriano vive de esas rentas, que con lo rápido que corren los tiempos, parecen ya un poco lejanas, porque las nuevas generaciones de pintores procedentes de esa provincia están suponiendo, sin duda, un magnífico relevo, aunque como consecuencia de la diáspora no formen un grupo tan cohesionado como aquel.

Últimamente, anda embarcado en un proyecto artístico colectivo y multidisciplinar, “Latidos del olvido”, que se plasma en una web muy recomendable. Se trata de una propuesta imaginativa que trata, en palabras de Eva Lavilla, de “reutilizar” lugares abandonados o deteriorados, realizando intervenciones efímeras de todo tipo, siempre respetando los espacios y entornos en los que se realizan.

Por todo lo dicho y por más, considero que Javier Arribas es uno de esos nuevos creadores a los que, sinceramente, merece la pena seguir porque su equipaje artístico es francamente digno de ser contemplado, posee la formación necesaria para canalizar su imaginación con conocimientos técnicos innegables, y su capacidad de trabajo y afán de indagación apuntan a que estamos hablando de un creador serio. Verdaderamente serio.








domingo, 14 de octubre de 2012

Fernando y Rodrigo Zaparaín


LA PINTURA COMO ELIPSIS

 

Fernando y Rodrigo Zaparaín exponen en el Arco de Santa María de Burgos una serie de óleos sobre aluminio en los que tan importante es lo que se ve como lo que no aparece en el cuadro

 


Aunque es una exposición de pintura y el óleo es el protagonista del primer plano, en la obra de los hermanos Fernando y Rodrigo Zaparaín
(Burgos 1964 y 1968) hay reminiscencias de arquitectura -la profesión de ambos-, fotografía, cómic, cine, moda y escenografías teatrales, disciplinas que han manejado o por las que se sienten influidos. Los cuadros colgados en el Arco de Santa María responden a una pintura clásica (óleo con veladura) trabajada sobre un soporte industrial (aluminio y metacrilato) al que se le incorpora una narrativa actual (bajo el hilo conductor que da título a la muestra, 'Fuera de campo'). El resultado es una pintura realista y contemporánea que hace guiños a la Historia del Arte y al lenguaje narrativo del siglo XXI.

En las obras que los hermanos Zaparaín muestran en su ciudad natal tan importante es lo que se representa como lo que no se ve. Con «porciones» de la figura humana, encuadres que sugieren la ausencia, objetos retratados sin fondo y siluetas que parecen superpuestas, los artistas consiguen generar imágenes y crear secuencias. «De lo que se trata es de ser capaces de controlar qué cosas no están en el cuadro, qué cosas están y cuáles son importantes. A veces lo es por el propio encuadre, pero también por la descontextualización. El fondo plano permite sacar a las cosas de su contexto natural y jugar con la elipsis, herencia del cine, el cómic o el teatro», comenta Rodrigo, el pequeño de los hermanos, nominado en varias ocasiones a los MAX de teatro en la categoría de Escenografía.

El hecho de usar como soporte un material industrial y comercial como el que se utiliza en la publicidad o la rotulación aporta un juego de brillos y reflejos que incluyen al espectador dentro del cuadro: «Es una forma muy barroca de introducir al espectador y a la vez algo muy moderno en arquitectura, que tiene que ver con la desmaterialización de los muros (como el espejo que se pone en un ascensor para que no nos dé claustrofobia)», añade Zaparaín.

Si a eso le añadimos una forma de pintar con mucho volumen y profundidad, pero sin utilizar la perspectiva, jugando con las texturas y las sombras, colocando los objetos por planos, usando fondos monocromos y dramatizando el encuadre, tenemos un 'Fuera de campo' muy visual, colorista en unos casos y conceptual en otros.

La muestra se articula con los cuadros de figuras humanas en la planta baja y con obras de naturalezas muertas y árboles artificiales en la planta superior. Destacan dos piezas de la serie ‘Friso occidental: El rapto de Europa’, que viajarán en mayo a París y la instalación con cd’s que representan el código bidi del colectivo Atelier Zaparaín.

INMACULADA LÓPEZ DE LA HERA









'Fuera de campo' se puede visitar en el Arco de Santa María de Burgos hasta el 28 de octubre de 2012. Horarios: de martes a sábados de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas; domingos de 11 a 14 horas.

domingo, 7 de octubre de 2012

Alberto Bañuelos

Escultura

EL PERFIL AZTECA DE ALBERTO BAÑUELOS


Lleva treinta años trabajando, pero es ahora cuando Alberto Bañuelos Fournier (Burgos, 1949) está encontrando el reconocimiento a toda su carrera. Después de que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) le dedicara una retrospectiva en 2009, de que su obra se exhibiera en la Exposición Universal de Shanghai y de ser distinguido con el Premio Castilla y León de las Artes 2011, al escultor burgalés le ha llegado el que por ahora es el proyecto más importante de su trayectoria: ser el primer artista europeo en exponer en el Museo Nacional de Antropología e Historia de México (MNA), el mismo centro que reúne los tesoros de las culturas anteriores a la Conquista.

Precisamente la semejanza de su obra con el arte azteca es lo que ha cautivado a los responsables del museo mexicano. Lo que a la directora del centro, Diana Magaloni Kerpel, le interesó es el paralelismo que existe entre las esculturas deconstruidas del burgalés y las cabezas olmecas o los restos arqueológicos pertenecientes a los monumentos aztecas. Las piedras del escultor, que rompe, pule y vuelve a componer para darles una nueva mirada, hablan del ideal de la perfección, de las líneas depuradas y de la sencillez de lo complejo. El resultado en muchos casos simula enormes cabezas como las que creaban en la cultura prehistórica. «No es algo voluntario -comenta el artista antes de partir para México-. Lo consigo al tratar de sintetizar la obra, que de alguna manera es muy semiótica».

La exposición se compone de 130 piezas y llevará por título ‘La liturgia de las piedras’. Las obras más grandes –algunas alcanzan el metro y medio de altura y pesan 3.000 kilos- corresponden a la serie ‘Guerreros caídos’, una serie de esculturas que van acompañadas de dibujos, también de enormes dimensiones, realizados en técnica mixta: «No me refiero a los guerreros de la Antigüedad, sino a todos nosotros que como luchadores caemos en el día a día de nuestra vida», añade Bañuelos mientras reconoce que son piezas completamente actuales, creadas sin mirar al pasado.  

También forma parte de ‘La liturgia de las piedras’ una instalación de 10 esculturas de alabastro pensadas para que suban por la pared y recuerden a la serpiente emplumada de los pueblos de Mesoamérica. Además, el Museo Antropológico colocará junto a las obras de Bañuelos piezas mexicanas antiguas entablando un diálogo entre artistas, culturas y épocas.
«Dos culturas tan lejanas y diferentes encuentran en un momento dado un lenguaje que les une, y se tocan, dando la vuelta al círculo, lo que nos hace volver a coincidir», explica el escultor, para quien esta invitación supone un reto «emocionante» lleno de responsabilidad. «Nunca me lo podría haber imaginado. Además es un museo que me encanta. Por fuera es de hormigón moderno, pero con lo que se me encoge la tripa es al pensar lo que hay dentro: tanta historia, vida y sufrimiento en las piedras...».


INMACULADA LÓPEZ DE LA HERA









‘La liturgia de las piedras’ Esculturas de Alberto Bañuelos
Museo Nacional de Antropología e Historia de México (MNA)
Del 18 de octubre de 2012 a febrero de 2013

domingo, 30 de septiembre de 2012

Pepe Carazo


Pepe Carazo alcanza el infinito

El artista sorprende con una pintura de los iconos geográficos de la provincia burgalesa marcada por la fuerza de su profundidad. Lo expone en la sala Círculo Central de Cajacírculo en Burgos, en la plaza de España, hasta el 18 de octubre

 
¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar?...’ Los cuadros de la exposición que Pepe Carazo (Burgos, 1955) protagoniza tuvieron su origen en los versos de Antonio Machado. Junto a su amigo Jean Barré pensaban reeditar ‘Campos de Castilla’ con las ilustraciones de Carazo. El fallecimiento del editor truncó esa idea, pero el pintor burgalés ya estaba impregnado del paisaje.

Han sido tres años de excursiones, paseos, pintura al natural y asimilación del entorno. El resultado no es una sucesión de paisajes, sino un viaje a esos rincones que deja al espectador desprotegido, sintiendo que el viento le azota el rostro, que la niebla le humedece los huesos o que la nieve le hace expulsar vaho por la boca. Porque Carazo no solo ha pintado el típico paisaje castellano de verano, con los campos amarillos del trigo y la cebada, sino que da vida al verde vigoroso de la primavera o al invierno de nieblas blancas.

La peña Amaya desde diferentes perspectivas, el castillo de Castrojeriz, Lunada, La Sía o Estaca de Trueba, el diapiro de Poza de la Sal, la peña Angulo... Carazo ofrece una visión nueva y particular de iconos de la geografía de la provincia. Capta la fuerza de la naturaleza y su profundidad acercando el infinito al primer plano.

Los cuadros han reposado impacientes en su estudio, pero necesitaban respirar otros aires y enfrentarse a quien los mira, un examen al que se enfrenta en la sala Círculo Central de Cajacírculo de la plaza de España.
Carazo pinta como vive y la biografía de cada cual va cambiando con cada paso, con cada decisión. Ahora su obra es diferente en el contenido e incluso en la manera de pintar.

'Nuestras horas son minutos/ cuando esperamos saber,/ y siglos cuando sabemos/ lo que se puede aprender.' Los lienzos que conforman la exposición ‘El infinito’ están moldeados con espátula y creados con pigmentos hechos de la propia tierra -piedras y minerales molidos-. Elaborados con acrílicos, en sus cuadros ha modificado su paleta para entablar una simbiosis con el ambiente del paisaje. Y es que una de las claves de la pintura de Pepe Carazo está en esos pigmentos que salen de sus propias manos. Por eso son otros sus verdes, sus ocres y hasta sus blancos. Brillan y deslumbran porque son reales aunque no sean completamente fieles. El coraje telúrico que los da forma, impetuoso y sobrecogedor, llama la atención por el brillo que desprende y por su tacto, suave y denso, que descubre debajo un gran cantidad de pintura. Carazo ha prescindido de la materia y textura que marcaron sus primeras obras para crear eliminando, pintando y retirando lo que sobra hasta fraguar su personalidad.

Los cuadros de los que hablamos estarán expuestos hasta el 18 de noviembre. Los hay de cuatro metros (como uno tríptico espectacular de la peña Amaya) y los hay de pequeño formato. En todos el autor se acerca al infinito con la autoridad de quien se deja convencer por el cuadro que habla desde el interior, deteniendo la tentación de la ególatra mano del artista que quiere tener la última palabra.

INMACULADA LÓPEZ DE LA HERA





*‘Infinito’. Pepe Carazo. Sala de exposiciones Círculocentral. Plaza España, 3. Burgos Del 21 de septiembre al 18 de noviembre. Horario: de martes a domingo, de 12,00 a 14,00 horas y de 18,00 a 21,00 horas.